Mis pisadas resuenan como ecos en el pavimento gris, es un sonido realmente gratificante. He logrado escapar.
Apresuro mi paso, y veo las nubes perladas en el cielo azul, dios, como me gustaría estar en otro lugar ahora.
Sus palabras están aun clavadas en mi pecho como agujas frías, casi puedo sentir su mirada, juzgandome de nuevo por lo que hice.
Mi mente vuela hacia otro lugar, desesperada por sacarlo de mi, no puedo, el ya es parte de mi alma.
La gente me observa esperando alguna reacción mía, supongo que es por mi rostro, que refleja el dolor de haber perdido una batalla de mil años.
Caminio sin cesar y parece que jamas llegare a mi destino, me detengo por un segundo y razono.. No tengo destino al cual ir.
Me doy cuenta de que me equivoque, no logre escapar.. Solo estoy escondiéndome de la verdad que me asecha, es una sombra que va detrás mio.
Doy excusas vacías para justificarme, es un fracaso, nadie las cree.
Quisiera desaparecer y convertirme en la noche, perderme en el viento y jamas regresar.
Continuare huyendo hasta el final, no soy tan fuerte como creí serlo, el rastro de mis pisadas desaparecerá con el tiempo, y se llevara consigo a nuestro amor frágil como un suspiro de verano.
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